Han sido pocos días pero han bastado para desintoxicarse un poco de la “Cúpula gris”.
En Luarca se respira tranquilidad y las gentes se saludan por las calles.
Hemos subido rampas y escaleras hasta paisajes hermosos, Iglesias y Ermitas, hemos visto al Nazareno, me he bañado en sus aguas, hemos disfrutado de su gastronomía y visitamos el Aula del mar, cuesta subir andando pero es digno de ver, tienen pulpos gigantes, morenas vivas, varios acuarios, y todo tipo de fauna marina en exposición.
Espero volver pronto. Por cierto saludos a “Dixebra”.
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